Por Santiago Cárdenas M.

Una noche con The Dead-End Alley Band

. Destacado, Notas.

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El sábado que pasó, 6 de Junio, como quien sale a un concierto pequeño de música que le gusta sin el peso de ir oficialmente como Pentagramario, estuvimos en el Lima Doom IV con la especial intención de ver a The Dead-End Alley Band en vivo y saludar un rato.

Pero por cosas de la vida, salió todo mejor de lo que esperábamos. Salio tan bien, que creí bueno hacer una pequeña nota al respecto.

_MG_1360The Dead-End Alley Band es de esos grupos que al escucharlos, te hacen viajar atrás en el tiempo, a aquellas épocas donde andaban muy de moda los teclados Farfisa y el rock psicodélico. Eso claro, en sus álbumes de estudio. Pero en vivo es otra cosa… más allá de tener la sensación de estar escuchando un viejo grupo, sientes que de pronto llevas puestos unos pantalones de estilo campana, una camisa colorida y unos zapatos de cuero color marrón… sientes que estás ahí, en 1968 quizá.

Es como una pequeña aventura al pasado. Y así es como debería ser, si lo que se hace es un rock a la vieja usanza, en aquellos años donde lo «espacial» no eran los efectitos random, sino la estructura de la melodía, construida a base de guitarra psicodélica y teclados ácidos.

Temas como «Trapped Inside a Lava Lamp», «Devil’s Mask» o «The Nightmare Goes On», junto a covers de canciones como «Locked Up in the Snow» de King Diamond y Black Rose, hacen que uno imagine el pasado… recordarlo no podemos, al menos yo no, pero intentar sentir lo que fue, eso sí se puede.

Hoy estamos frente a la reinterpretación y las nuevas sensaciones que van trayendo aquellos sonidos que fueron, pero que siguen siendo.

La mejor manera de ir para adelante, es conociendo aquello que hubo atrás, y conocerlo bien. Y eso es quizá lo que pasa en nuestro país, es nuestra pequeña escena rockera. Aún no hemos hecho nada nuevo, aún no hemos innovado nada… nos toca leer el pasado, reescribirlo, y dar un siguiente paso.

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Eso es The Dead-End Alley Band, una de las mejores bandas que he escuchado de este país, que junto a las otras tantas que aprecio de aquí y puedo resaltar, nos traen de vuelta el pasado, para sumergirnos nuevamente al futuro.

Es como un bautizo, pero de rock.

Y eso es lo que pensé el sábado, en el Lima Doom IV, y que ahora quise compartir con ustedes.

Salud!

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Fotografía: María Elena Márquez.

Editor y creador de Pentagramario. Melómano por convicción. Amante del sci-fi y el prog. Miembro de The Temple of Hiram. Ex estudiante de redacción. Autodidacta, aprendí lo que sé de tres maneras: leyendo, leyendo y leyendo. https://about.me/sjcm94

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