Me toca hacer dormir a mi hijo. Como siempre, pongo algo de música de fondo para ayudarme con la tarea. Esta vez aprovecho para reproducir un disco que me había caído hace unos días -gracias al buen Arturo, de Necio Records- y que venía escuchando: «Surge Evelia, Surge», debut de los peruanos Parahelio. Espero la reacción de mi hijo, quien siempre -a pesar de sus dos años de edad- reacciona rápidamente a la música que le hago oír, mostrando de manera inmediata su satisfacción o desagrado. Para mi tranquilidad, se acurruca a mi lado, observando el techo, y se va quedando dormido de a pocos. El operativo ha sido un éxito. Dejo el disco sonando y paso yo también al mundo de los sueños. Luego, exaltado, me levanto unas horas después; la música sigue sonando, parece que se ha quedado en mi inconsciente, para siempre.
«Surge Evelia, Surge» es, como ya dije líneas arriba, el LP debut de la banda peruana de post-rock/drone instrumental Parahelio (el parhelio, parhelia o parahelio es un fenómeno óptico asociado con la reflexión/refracción de la luz), lanzado hace ya más de un año (yo, como siempre, llego tarde a estas cosas de reseñar a tiempo). Hay que aclarar, eso sí, que ya tenían material anterior; un split EP («7000 Metros Sobre el Nivel del Mar»), un LP colaborativo («12 Percepciones de un Silencio») y un single adelanto de su disco debut («Gestos y Distancia»). Musicalmente sigue la tendencia clásica del post-rock/metal de bandas como Russian Circles, Pelican, God Is an Astronaut o GSYBE, pero con sabor propio. Con carga de prejuicio de por medio, se debe decir, que si escuchas a Parahelio, sin ser consciente de que son peruanos, pensarías que se trata de una banda gringa o europea por su logradísimo sonido.
Musicalmente, desde que les di play por primera vez, lograron conectar conmigo. Conversando con un primo y mi novia respecto a la música en «Surge Evelia, Surge», llegamos a la conclusión de que es de esa música que te deja pensando algo como «si yo hiciese música, sería exactamente esta». Y es que desde el principio, cada nota y cada progresión se van hilando entre sí de manera previsible. Y no lo digo como algo negativo, sino como resaltando el excelente trabajo compositivo que hay detrás de este fantástico disco. Literalmente, para mí funciona como una escalera totalmente visible, es evidente cada nota que va a venir, pero no deja de sorprenderte de igual manera. Es más, en mi caso, ya sabía qué nota vendría antes de que esta sonara; conforme cada tema iba avanzando, yo lo iba construyendo mentalmente, adelantándome a lo que vendría, resultando en que cada melodía sonaba exactamente a como me la había imaginado segundos antes.
En resumen, para mí, Parahelio logra dibujar melodías amigables y casi genéricas para toda persona adepta a este tipo de música; es imposible que no te guste. Y cuando digo genérico no lo digo negativamente, para mí es el afirmar que la banda ha alcanzado crear música a un nivel altísimo, que los posiciona en el Olimpo sonoro del post-rock, más allá de si comercialmente logran ubicarse arriba de las tablas del género (cosa que espero lleguen a lograr, no por nada abrieron el concierto de Interpol en Lima), ya que su sonido está brutalmente logrado. Se evidencia el trabajo detrás ya que, según he recogido de otros medios que los han reseñado, el proceso de grabación fue complejo, tomó tres años en gestarse entre investigación, composición y producción.
«Surge Evelia, Surge» está compuesto por tres movimientos de larga duración, superando el último los 20 minutos. Ahora, antes de adentrarme a revisar musicalmente tema por tema, me toca hacer una crítica conceptual honesta al álbum; la banda dice respecto al mismo (y copio textualmente la información que brindan ellos a través de su press kit): Inspirado en La Rinconada, un pueblo minero en Puno, en dónde la contaminación, minería ilegal, extrema pobreza y explotación sexual de niños y mujeres son temas cotidianos. Es esta realidad que cuesta ver pero que necesita ser expuesta.
Esta idea es rebotada en otras reseñas que he leído respecto a este disco, como la nota de Garaje del Rock que dice lo siguiente: El álbum está compuesto por tres temas que buscan exponer una realidad decadente y cruda, inspirado en La Rinconada, un pueblo minero de Puno en el que la contaminación, ilegalidad, extrema pobreza y explotación sexual de niños y mujeres son temas cotidianos. Es esta realidad que cuesta ver pero que necesita ser expuesta.
Es ahí donde, a mi parecer, surge el problema. Más adelante iré detallando, tema a tema, la lectura que hago del disco, lectura que está muy alejada de la idea original y concepto propuesto por la banda, ya que a mi entender la interpretación que puede hacerse del mismo es diametralmente distinta.
Eso sí, anotando el que cualquier artista puede decir lo que le venga en gana respecto a su obra, pero al final de cuentas una obra de arte se valida a través de aquellos que la observan (o leen, o escuchan, me dejo entender…). Y en este caso, yo como mero espectador me tomo el derecho a describir la narrativa que he encontrado subyacente en «Surge Evelia, Surge».
Volviendo a mi observación respecto al concepto formal tras el disco, no le encuentro ápice alguno a este de aquello que la banda le da como atributo; lo de exponer la realidad del pueblo minero de La Rinconada. Me parece importante que el arte realice crítica social y exponga las distintas problemáticas que aquejan a nuestras distintas sociedades, pero creo que esto debe hacerse evidente dentro de la narración de aquello que se expone. En el disco de Parahelio no se hace evidente en ningún momento crítica social o exposición de problema alguno. Es más, tanto melódica como conceptualmente la lectura que puede darse de su trabajo es, como he dicho ya, totalmente inconexa con aquello que dicen que es.
Si no fuese porque he leído a detalle el press kit de la banda y las diversas reseñas que he encontrado en Internet, jamás tendría consciencia del de qué se trata. Y eso para mí es un problema, cuando se intenta dar más virtudes a algo que de por sí no las tiene. Puedo entender que Parahelio tenga una intención política y social -que es lo que se deja entrever en las reseñas y en la explicación del contenido del disco- de querer criticar o exponer ciertos hechos que son de importancia, pero me es claro que lo hacen de manera incorrecta.
Si el hecho de los aconteceres de La Rinconada han influenciado o inspirado el trabajo musical en este álbum, perfecto, pero no es posible conectar «Surge Evelia, Surge» con una narrativa asociada a los mismos. Quizá es una cuestión de entendimiento propio de la banda, algo íntimo de Parahelio, que ellos entienden perfectamente en clave de cuestión interna, pero que no logra conectar con quienes estamos fuera.
Tanto el título del disco como los títulos de los temas dentro del mismo, la portada y la música en sí, no son asociables a eso que pretende la banda. Es más, hubiese apreciado, en tal caso, que se hiciese un trabajo más complejo, elevando el disco hacia una obra más bien audiovisual que exclusivamente musical. ¿Cómo así? Muy sencillo: cortometrajes acompañados por cada track del disco, donde sea evidente y visible esa realidad de la que nos quieren hablar desde Parahelio. Bajo esas condiciones, entendería la obra como algo más amplio y completo.
La crítica y la exposición de algo concreto -en un caso como este- son algo más adecuados cuando se hacen a través de canciones; melodías cantadas tratando un tema particular de manera directa o a través de formas más poéticas donde se requiere una lectura de aquello que subyace tras ciertas formas literarias, donde la melodía y la poesía se unen dentro de una narración más bien concreta y no tan al aire. Un ejemplo facilón serían las letras de algunos temas de Pink Floyd, o discos como «The Wall». También podríamos adentrarnos a explorar la escena punk -super contestataria- de final de los años 70s y principios de los 80s y su enfrentamiento constante con el establishment, por añadir algo más a la volada.
Una obra de arte debe ser entendida sin necesidad de que su creador te la explique. Y no me vengan con la clásica basura absurda y hampartista de es que no entiendes, no tienes el nivel, no es para cualquiera. Si alguien tiene que explicarme su obra, es que hay algo mal o no tiene idea alguna de qué es lo que está diciendo y simplemente rellena algo con afán de tener relevancia o importancia. Una obra de arte es relevante en sí misma a través de quienes se conectan naturalmente con ella y entienden su mensaje sin terceros -intérpretes- de por medio.
Ahora bien, en términos objetivos, «Surge Evelia, Surge» es una obra maestra en sí misma. La sitúo dentro de mis 10 álbumes favoritos peruanos de todos los tiempos. Es BRUTAL, sí, con mayúsculas.
El álbum apertura con el tema homónimo, una magistral pieza instrumental de más de 12 minutos que me hace emocionar hasta los huesos. Post-rock del más puro que he escuchado en mucho tiempo, lúgubre y eufórico. Pese a la juventud de quienes están tras este trabajo -no pasan de los 24 años-, han logrado crear algo totalmente maduro. «Surge Evelia, Surge» -el track– logra conjugar magistralmente las tres guitarras de la banda, donde dos van creando una atmósfera ambient/drone como back y la tercera sigue un riff ascendente muy melancólico y dramático. El bajo aparece luego, como sin quererlo, añadiendo una densidad espacial y totalmente acertada a lo que las guitarras nos van contando. Luego ingresa, también de manera suave, la batería, que va acentuando el ritmo y marcándonos la intensidad del tema. Poco a poco, el bajo y la batería van creando su propio espacio y teniendo mayor importancia y vitalidad dentro del track, llegado a explorar cierta cercanía al post-metal y tomando algo de una actitud más punk que post. Alucinante.
«Surge Evelia, Surge» es un in your face musical. Conquista de principio a fin, con una narrativa melódica dramática e intensa, con ciertos intervalos introspectivos y estallidos puntuales que te hacen remecer y levantar de ese estupor vibrante -piel de gallina- en el que te sumergieron antes.
El título de este tema, y del álbum en sí, me deja pensando. El nombre Evelia es una forma más, una variante, de Eva. ¿Qué lectura nos deja entonces? ¿Quién es Evelia? ¿Cómo surge? A mi interpretar, siento que es una validación de lo femenino dentro de la creación del ser humano, del hombre como especie animal, desde un aspecto judeocristiano, claro. Pero que más allá de cualquier sometimiento de análisis religioso, lo observo como una alegoría sobre el surgir de la mujer, su nacimiento como causalidad y su validación como base primaria de lo que somos como especie; como síntesis y reducción de nuestro origen como animales, antes de la conciencia misma. Y con esa lectura conecto con la música que titula, y me parece que encaja. Con esa inocencia y pureza femenina, pero a la misma vez con su decisión y fuerza.
BRUTAL.
Luego viene «Gestos y Distancia», que inicia cual balada instrumental, pero que se va sumergiendo en una densidad totalmente cósmica -cual agujero negro- a través de la aparición del bajo -esta vez más prominente y quizá relevante- y la batería -más pesada, más rock. Casi 14 minutos de melancolía a lo bruto, ya no de solo introspección sino de guerra, enfrentamiento; cruda violencia, como la vida misma. Cual Adán y Eva fuera del Paraíso, enfrentándose a la realidad de aquello que nos aqueja como especie: la muerte. Y por eso el título se me hace de lo más acorde. Nos distanciamos, con gestos de dolor, de aquello que nos sostenía y nos sumergimos en el desconocimiento de aquello que vendrá.
Nuevamente: BRUTAL.
«Ha’Adam» es el tema que cierra «Surge Evelia, Surge», donde esta vez Parahelio decide explayarse e irse a los 23 minutos. Un tema que va cambiando constantemente, entre lo melancólico y lo agitado, entre la introspección y la violencia; narrándonos, entre sus acordes, la vida misma del hombre -como especie animal, aclaro-, su vida, tribulaciones, alegrías y muerte. Y esta vez el título cae por su propio peso.
¿Qué significa Ha’Adam? Ha’Adam es la voz hebrea para el hombre, no como individuo masculino sino como especie: el ser humano. Ha es el artículo y Adam el sustantivo. Adam por sí mismo también se asigna a hombre -como macho humano-, y es de donde deriva el nombre Adán (va cerrando la idea ¿no?). Adam está relacionado, además, a los vocablos dam, adum y adamá, que significan sangre, rojo y tierra -suelo-, respectivamente. Y es en esa correlación de significancias en donde encuentro sentido para este último track. Como decía líneas arriba, «Ha’Adam», en mi sentir, narra la vida del ser humano, su vida (la sangre -roja- es vida, la tierra -que se representa roja en muchas culturas- también), los eventos que rodean nuestra vida como especie y nuestra muerte, como culminación de eso que hemos sido en esta tierra. Porque de la tierra vinimos y a ella volveremos.
B-R-U-T-A-L.
Así pues, cierro esta humilde reseña, hecha con admiración hacia este álbum, tratando de ser lo más objetivo posible. Felicito a Parahelio por lo bien que han trabajado «Surge Evelia, Surge». Desde su portada, que transmite ya la melancolía y densidad de sus melodías, hasta la música en sí misma, que no necesita de palabras para manifestar la vida que expresan.
Ahora sí, me toca nuevamente hacer dormir a mi hijo. Vamos a darle play a Parahelio.
Publicación: 9 de Mayo de 2019
Grabación: –
Estudios: The Way Out, Hitmakers Mastering
Miembros: Christian Ortega, Rodolfo Ontaneda, Rafael Carranza, Héctor Valdez, Adrián Hinojosa
Discográfica: LaFlor Records, Necio Records
Productor(es): Giovanni Rossi y Parahelio
Cover: Emilio Marmolejo
Ediciones: digital, CD, vinilo
Los comentarios que contengan lenguaje soez u ofensivo serán eliminados.