Drenge es el proyecto de dos ingleses (Eoin y Rory Loveless) cuyo trabajo comienza a gestarse desde el 2011 en la “prehistoria” de la banda, y que logra encender todos los radares el 2013 con un excelente debut en su primer larga duración simplemente titulado “Drenge”, lo que los llevó a ganar el premio a Mejor Banda Nueva en los NME Awards. Luego de tan buen y bien recibido debut (sorprende realmente lo fresco que suena) viene la prueba de fuego. La muestra que cimente el primer paso de consagración en las grandes ligas, y vaya como sí supieron hacerlo. “Undertow” se titula su último trabajo de estudio lanzado en Abril del 2015 y saca chispas.
Como dúo que son (guitarra y batería) había un algo que faltaba en el primer disco que sólo algunos podían decir con propiedad, mientras otros lo mencionaban algo dubitativos. Pero sí; faltaba el bajo. El bajo si bien es menospreciado por la gran parte de los no asiduos a la música, es algo por lo que nuestro cuerpo clama constantemente. Los sonidos graves son el colchón de cualquier buena banda, y Drenge lo entendió también así. Por eso incluyó en este trabajo a Ross Orton (co-productor para el disco «AM» de Arctic Monkeys). Mérito de la banda o del productor, no sabemos, pero si podemos decir que el disco gana enormemente por ese lado, con esa pieza que faltaba, de modo que indudablemente se lleva los puntos en ese ítem.
De vez en cuando la pesadez de sonidos como “The Snake” nos recuerdan (a tipos como yo) que hubo un momento glorioso al descubrir el grunge en la adolescencia, y es una sensación que el dúo inglés transmite a lo largo de todo su disco. Pero lejos de las etiquetas, títulos como “Never Awake” nos recuerdan que todavía pueden existir los riff de guitarra acompañados de buenos arreglos de batería y sonar como algo completamente fresco y energizante. Si a eso le sumamos ritmos como los de “Favourite Son”, sólo nos reafirman las ganas de estar ahí frente a ellos en vivo.
Como todo buen segundo trabajo, siempre hay un espacio para la calma, pues ya no vienes a 100 Km/h a querer mostrar lo tuyo. También quieres demostrar que puedes ser alguien con momentos y “momentos”. La seriedad y nostalgia viene de la mano de “The Woods”. Un doblaje de voz cuidado y buena línea melódica (aunque en algún cambio quizás predecible) nos recuerda que también hay otras cosas por explotar ahí en la banda. “Standing in the Cold” y “Have You Forgotten My Name” siguen más o menos la misma línea. Cuidando una mezcla que suena impecable acorde al ánimo de la canción. Algo que podríamos definir entre nostalgia e ira.
En contraparte tenemos “Undertow” que da el título al disco. Una canción instrumental que nos da el aviso de que la banda está para grandes cosas y que tiene todavía mucha energía más para seguir creando canciones. Con un riff roto por las distorsiones, es merecidamente el tema que refleja el ánimo y sello de la banda, por lo que bien merece ser el título de este disco. En ese sentido “Side by Side” es otro título que destaca por sus arreglos de guitarra y batería. El dúo comprende que dos deben hacer el trabajo de tres (o incluso cuatro) y se lo toman muy apecho jugando con los arreglos para recordarnos que aún no está todo dicho al momento de colgarse una guitarra y plantarse con esta formación.
“We Can Do What We Want” pone la cuota de desorden y sonido vintage. Eso incluye batería distorsionada, un difícil juego donde es fácil equivocarse, pero donde la banda acierta muy bien. “Running Wild” tiene el clásico toque inglés: voces reverberadas y guitarras que mezclan suciedad y ambiente. Dos canciones también muy bien logradas. El dúo no tuvo prejuicios en oír el sonido del bajo dentro de sus composiciones y como comentábamos en un comienzo, es el pequeño paso que marca la identidad sonora de un antes y después en la banda respecto de su anterior trabajo.
Drenge ha cumplido con la difícil tarea demostrar que son una banda de peso, y no simplemente el plato del día con su anterior disco debut. “Undertow” será un disco que nuevamente nos pondrá en alerta y con los oídos atentos a sus próximas apariciones y presentaciones por los distintos escenarios que puedan ir desbloqueando como logros, aunque algunas participaciones en grandes festivales ya estén entre su currículum. Una banda joven que tiene mucho aún por mostrar, y que por el momento va a toda velocidad en la carretera del éxito y por sobre todo, del trabajo bien hecho a la hora de componer y marcar presencia hacia la consolidación. Con la crítica especializada ya ganada, sólo podemos esperar cosas buenas de los chicos de la isla. Hagan sus apuestas.
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