«Barouh atat adonai…» era la música de Alpha Blondy que resonaba desde el domo de Reggae to Drum & Bass y que nos daba la bienvenida al evento que en el equipo de este blog habíamos estado esperando buen tiempo, la Primera Parada al Selvámonos 2015.
El evento empezaba desde las 6pm del sábado, hora aproximada a la cual llegamos nosotros para no perdernos absolutamente nada de nada. Se nos atendió amablemente en la entrada para prensa, nos colocaron pulseras naranjas con el logo del evento y toda la cosa, y luego de un pequeño cacheo por parte de la gente de seguridad (hay que resaltar esto, el evento se desarrolló muy bien resguardado, cosa importante), ingresamos a lo que se convertiría para nosotros en una genial aventura musical y cultural de casi diez horas.
Puestos de comida y de venta de objetos diversos (camisetas, stickers, posters, monederos y algunos etcéteras más) junto al domo que nos dio la música de bienvenida, un ambiente montado por el bar HELP!, unos chicos saltando y haciendo piruetas sobre un largo elástico, una zona ecológica y un Árbol Interactivo del Colectivo Sálvame para poner notitas hacia la naturaleza, eran la compañía que teníamos al ingresar al primer ambiente de la Primera Parada, ambiente aledaño a la zona del escenario principal, que abriría a las 8pm. La nota interesante que encontramos desde el saque, fue que no podías adquirir nada con dinero directamente, debías comprar unos billetes llamados Selvacocos, con los que ya podías comprar las cosas que quisieras… un Nuevo Sol, un Selvacoco.
Así que empezamos a dar vueltas… escuchar música un rato en el domo, comer algo, beber algo, y adquirir algún recuerdito que podamos atesorar…
¿Y si nos morimos mañana?
Y llegaron las ocho de la noche… y al rato, hizo su aparición en el escenario la primera banda, Kanaku y el Tigre, causando euforia entre los asistentes. Con su ya reconocido indie-folk, son actualmente los insuperables del género en nuestro país. Con cada vez más, más seguidores, la gente coreaba y cantaba sus canciones.
Entre sus ya clásicos temas del álbum «Caracoles» y los nuevos que vendrán a integrar su nueva producción, «Quema, Quema, Quema», los indies nos contentaron a todos con su repertorio, dando y dejando todo en escena. Fue intenso, inolvidable…
El mejor momento, para quien les escribe, fue cuando interpretaron su, para mí, mejor canción: «Si Te Mueres Mañana».
Ya es mañana. No me he muerto… pero, ¿y sí? pues nah, no me quedo con ganas de nada.
Corazón contento.
Y pasado un interludio con música de fondo, llegó Uchpa, clásicos ya del rock fusión. Tocando nuevos y viejos temas y acompañados de su excelente despliegue en escena, clásico ya de ellos, dejaron muchos corazones contentos.
Su mezcla del blues, el rock clásico y el folklore, hizo saltar y poguear a todos. Un bajo potente, guitarras rápidas y arreglos con instrumentos andinos, con sus ya famosas letras en quechua, Uchpa aprovechó para presentar su nuevo tema, «Cerveza», que indudablemente quedará como un éxito más para los ayacuchanos.
La noche nos iba envolviendo y la música nos llamaba a más… era el turno de Animal Chuki.
Frutero!
Animal Chuki están entre los indiscutibles de la electrónica actual. Con su electrocumbia con tintes de múltiples géneros, con arreglos y tempos bien estructurados, pusieron a bailar a todo el mundo. La fiesta estaba armada.
Animal Chuki nos hizo viajar por un mundo que llama a lo pasado… fruuuuteeeeeroooo… pero que a la misma vez nos lleva hacia nuevos horizontes dentro de la proyección de la música que se hace dentro y fuera de nuestro país.
Y la mujer sigue, y sigue, y sigue hilando.
Bareto… ¿qué podemos decir? Su simple nombre habla ya por sí solo. Ídolos de esa cumbia limeña con tintes y saludos a Chacalón, esa música y puesta en escena pícara, traviesa y divertida.
El continente africano.
Para mí, el momento de mayor éxtasis en la Primera Parada fue la presentación de Novalima, una banda de música que sienta sus bases en la música afro, pero que la acompaña de diferentes géneros, a los que va fusionando, dando así un nuevo concepto musical, un nuevo sonido… el algo diferente.
El jazz latino, lo afro, el funk, lo criollo, el lounge, el rock y la electrónica se dan un fraternal abrazo bajo la atenta mirada de Novalima, encargados de lograr tamaña muestra de fusión musical, tan bien dosificada, cuidada y pulida, que no deja cabos sueltos, sino más bien momentos para el jamming y el juego en el escenario… además del bajista, que fuera de ser uno excelente, era tremendo showman!
En medio de su presentación, Novalima dio a la Primera Parada uno de sus momentos más memorables. Se pusieron a «jugar» en el escenario con una cajita y una quijada de burro, para luego, con esta última, invitar al público a que con sus aplausos, complementara lo que iba haciendo el tradicional instrumento. Fue un momento de gloria.
Lo vivimos… lo vivimos…
El dub viene de Francia.
Y para cerrar el evento, no podía faltar el dub, esta vez traído por Mr. Zebre, productor que suele andar entre México y nuestras tierras peruanas.
Y así, entre que escuchábamos a Mr. Zebre y decidíamos qué haríamos con nuestras existencias, los pentagramarios decidimos pasar nuestro rato final en el domo, que ya se había convertido en un verdadero mundo de epilepsia y descontrol corpóreo… los beats acelerados hacían que la gente simplemente salte en un agobiante éxtasis sin fin… extremo… desestabilizando por momentos todo, ya que la música desaceleraba de pronto, y volvía a acelerar… y así sucesivamente… los de Reggae to Drum & Bass sí que saben hacer mover los cuerpos a sus oyentes…
El evento llegaba a su fin, y nuestras fuerzas también. Habían sido casi diez horas de evento y estábamos realmente muertos… pero saben qué? siempre hay espacio pa’ jamear alguito más…
Y así nos fuimos, extasiados, cansados, contentos. Son casi las 4am. Vinimos por algo y nos fuimos con más… ahora a esperar el evento en Oxapampa. Nos vemos allá!
UN VASO DE AGUA POR FAVOR!
Fotografía: María Elena Márquez
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